10/2/12

Las plataformas contra EpC seguirán defendiendo sus derechos

Familias objetoras: una nueva fuerza

La supresión de la actual Educación para la ciudadanía es una victoria del movimiento ciudadano nacido contra el adoctrinamiento en las aulas, que ha agrupado a miles de familias en plataformas locales. Al implicarse, los padres objetores se han constituido en un agente educativo de primer orden, al que centros y Administraciones deben tener en cuenta en el diálogo escolar. Y avisan: seguirán velando por la educación de sus hijos

El último capítulo en la batalla contra Educación para la ciudadanía lo escribía, la semana pasada, el nuevo ministro de Educación, don José Ignacio Wert, al anunciar que sustituiría la actual EpC por otra asignatura «libre de contenidos controvertidos y susceptibles de caer en el adoctrinamiento». Sin embargo, los verdaderos protagonistas de esta historia son las familias de los 55.000 niños objetores que, con todo en contra, desafiaron al Estado para defender sus derechos; padres que tuvieron que soportar amenazas de que sus hijos no pasarían de curso, o no se graduarían en la ESO, que vieron publicados los datos de sus hijos en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, y a los que marearon con vaivenes burocráticos de todo tipo, incluso en centros que decían compartir sus valores. E hijos que se vieron vejados, ante sus compañeros, por profesores y directores; que pasaban las horas de EpC en el pasillo, o en el patio en pleno invierno; que eran predispuestos contra sus padres por los inspectores; y que, en suma, aprendieron demasiado pronto el precio de la libertad.
Vigilando y proponiendo
Ahora, los cientos de plataformas de familias objetoras repartidas por España, lejos de dar por terminada su misión, se han constituido en un nuevo agente educativo que el Gobierno, las Administraciones locales y autonómicas, y los propios centros pueden y deben tener en cuenta, al abordar cuestiones relativas a la educación. Así lo explica don Jorge Sánchez Tarazaga, Presidente de una de esas plataformas, Valencia Educa en Libertad: «La sustitución de EpC es un avance que celebramos, pero habría sido necesario, y más práctico, suprimirla de raíz. No hacía falta la nueva asignatura anunciada por Wert, cuyos contenidos ya se daban antes de forma transversal, y que restará horas a otras materias». Y añade: «EpC fue el caballo de Troya tras el cual vino un ejército: educación sexual obligatoria, talleres de todo tipo, Ciencias para el Mundo Contemporáneo... Así que los padres seguimos en activo, vigilando la educación de nuestros hijos, colaborando con la Administración y con otros agentes educativos, e informando a otras familias, no sólo para denunciar diferentes problemas educativos, sino aportando soluciones que a todos benefician, empezando por los alumnos. No se puede desaprovechar este capital humano, si queremos un mejor sistema educativo».
José A. Méndez
Compromisos del ministro
El ministro don José Ignacio Wert ha estudiado la situación y, con ecuanimidad y sensatez, señala lo que hay que cambiar. Ahora bien, esto es tarea de todos. Es básica su afirmación de la importancia de la calidad moral de nuestra democracia y de que la Educación es clave para lograr esa calidad moral. Y señala medios para alcanzarla: 1) El Estado necesita ciudadanos que ilustren a la nación con todo género de luces y conocimientos. La afirmación tiene una importante carga de profundidad. 2) El gran objetivo es formar verdaderos españoles, hombres de bien y amantes de su patria. 3) Ante nuestro déficit educativo, es imprescindible centrarnos en mejorar la calidad. Plantea un trabajo colectivo que haga posible una Estrategia Nacional de Calidad. 4) El primer cambio necesario es un cambio de mentalidad: hay que abandonar la cultura del acomodo y la mediocridad. Es indispensable que la escuela vuelva a promover el esfuerzo, el mérito, la satisfacción por el trabajo bien hecho, la responsabilidad o el respeto al profesor. Otras medidas se refieren a mejorar el Plan de Educación: pasar de estudiar Inglés a estudiar en Inglés, y la importancia de las tecnologías. Anuncia, además, la sustitución de Educación para la ciudadanía, que tenía a España dividida en dos, por una Educación cívica y constitucional. Quiere establecer el ministro una asignatura cuyo temario esté «libre de cuestiones controvertidas y susceptibles de adoctrinamiento». ¿Sus objetivos? Centrarse en la Constitución, como norma suprema que rige nuestra convivencia, en sus valores e instituciones; conocer la historia e instituciones de la UE; y responder a la convicción de que la función esencial de la educación es formar ciudadanos libres y responsables, con capacidad para ser sujetos activos. También preocupa al ministro el abandono y el fracaso escolar. Un 26% de alumnos no obtienen el título de la ESO, y un 28,3% obtiene el título, pero no sigue sus estudios. En Europa, el promedio es un 14,4%. Sólo obtenemos la excelencia educativa en un 3%, mientras que el promedio europeo es un 8%. Y, sin embargo, nuestros alumnos tienen más horas lectivas que los europeos, pero menos de Lengua y Matemáticas. Esta situación se traduce en un 48,5% de desempleo juvenil, frente a un 22,3% en la UE. Todo ello significa que necesitamos una verdadera reforma educativa, que parte de un cambio de mentalidad.
Quiero recoger tres medidas de gran calidad. 1) El Estatuto de la carrera docente: la calidad del profesorado es clave para mejorar el sistema; es imprescindible atraer a la docencia a los mejores; y esta carrera tiene que ser una opción profesional atractiva y competitiva. 2) La autonomía de los centros y las evaluaciones externas: los dos aspectos son inseparables. La evaluación permitirá conocer el grado de progreso de los alumnos, y la autonomía, largamente prometida pero no conseguida, es indispensable en el plano organizativo, curricular y de gestión económica. 3) La modificación de la ESO: de 4 años a 3, con 3 de Bachillerato o FP, siendo el primer curso elegible por los alumnos. La modificación puede reducir el abandono escolar temprano y, en FP, dará más protagonismo a la empresa, a ejemplo de Alemania.
Este proyecto da esperanza a educadores, titulares y centros, aunque necesite reflexión común, diálogo y propuestas, en una búsqueda conjunta. Gracias, ministro.
María Rosa de la Cierva y Hoces, rscj
Miembro del Consejo Escolar del Estado

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