Una vez más los dirigentes del
partido socialista amenazan con sacar la enseñanza de la religión fuera de la
escuela si llegan a gobernar, pretendiendo esta vez que ni siquiera los
colegios privados católicos puedan dar religión en horario escolar.
En el mismo texto en el que se
comprometen a “alcanzar un pacto de Estado con las demás fuerzas políticas para
evitar que la educación sea objeto de discrepancia política y para dar estabilidad
al sistema”, algo tan necesario en materia de educación, anuncian que si llegan
al poder van a prohibir que se imparta una asignatura optativa y elegida
libremente por las familias de forma mayoritaria. ¿Cómo va a favorecer el
consenso y la estabilidad un partido que parte ya anunciando inestabilidad y
polémica sobre una cuestión que no plantea un problema en nuestro sistema
educativo? La razón de ese anuncio no es otra que la concepción de la educación
que tiene el partido socialista, que pretende una vez más, si alcanza el
gobierno, imponer un modelo educativo, a la medida de sus postulados
ideológicos, en el que no se respete la libertad.
Para sacar la asignatura de
religión de la escuela no basta con denunciar el Concordato con la Santa Sede
de forma unilateral, como anuncian. Necesitarían vulnerar toda una serie de
derechos reconocidos en diferentes normas, algunas de ellas internacionales
como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y que las Constituciones
y la legislación interna de los Estados, entre ellos el nuestro, han
desarrollado.
Ante esta nueva amenaza de cercenar
nuestra libertad lo mejor es estar bien informados para defender nuestros
derechos. La Constitución Española es la norma jurídica de mayor rango en
nuestra legislación nacional: acudamos a ella para ver cómo los artículos 16 y
27 consagran una serie de derechos fundamentales que justifican la presencia de
la asignatura de religión en nuestras aulas a libre elección de las familias.
La Ley Orgánica de Libertad Religiosa también garantiza este derecho. Pero no
nos quedemos sólo en las leyes que nos son más cercanas: hagamos el esfuerzo de
estar más informados y conozcamos otras normas jurídicas de las que nos hemos
ido dotando, como el Convenio Europeo de 1950 y cuyo sentido es, entre otros,
proteger al individuo contra las interferencias del Estado. En el artículo en
el que se refiere al derecho a la instrucción establece lo siguiente:
«A nadie se le puede negar el
derecho a la instrucción. El
Estado, en el ejercicio de las funciones que asuma en el
campo de la educación y de la enseñanza, respetará el derecho de los padres a asegurar esta educación y
esta enseñanza conforme a sus
convicciones religiosas y filosóficas».
Si, como estamos viendo, la
ideología se impone a la lógica y no basta con que los padres esperemos que los
poderes públicos respeten nuestro derecho, y nuestro deber, natural de velar
por nuestros hijos y decidir qué educación queremos para ellos, acudamos a todo
el sistema legislativo que hemos ido desarrollando para defender esos derechos
frente a imposiciones totalitarias que pretenden recortar nuestra libertad.
Presidenta de la federación España
Educa en Libertad
* Aquí ofrecemos dos documentos muy completos para formarnos y tener
criterios objetivos en los que apoyarnos para conocer la realidad de la
asignatura de religión en nuestro sistema educativo y defender nuestros
derechos. Su autora es Lourdes Ruano Espina, Catedrática de Derecho Canónico y
Eclesiástico del Estado de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Salamanca y Vocal de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio
de Justicia.