17/1/11

España es el país más peligroso en la promoción del relativismo, según Gregor Puppinck

17-01-2011 Por José Mª B. Esquivias. Madrid. LA GACETA

 El cometido de Grégor Puppinck, director del Centro Europeo para el Derecho y la Justicia, consiste en defender ante las organizaciones internacionales derechos básicos, como a la vida y las libertades religiosa y educativa.
La tarea de Grégor Puppinck, doctor en Derecho Internacional, consiste en defender ante las organizaciones internacionales –especialmente el Consejo de Europa– derechos básicos como la vida, la libertad religiosa y la educativa. Es, por tanto, una de las personas más cualificadas para desmenuzar a la "internacional relativista" que, desde Nueva York a Estrasburgo pasando por Bruselas, promueve un día sí y otro también el aborto, el matrimonio homosexual o la ideología de género. Denuncia, por ejemplo, un peligroso triángulo formado por la ONU, sus agencias y determinadas ong. Y lo mismo a nivel europeo.
-¿Es favorable o desfavorable la actual relación de fuerzas para quienes defienden la visión humanista y cristiana del hombre?
-A nivel de los pueblos es favorable porque se supone que estos están ampliamente a favor de la vida. Sin embargo, es muy desfavorable a nivel de las elites políticas y de las instituciones internacionales. Estas últimas están carcomidas por la ideología.
-¿Empezando por la ONU?
-Por la ONU, por el Consejo de Europa, por la Unión Europea. Su personal está sometido a la ideología dominante; si se quiere desarrollar una labor eficaz en el seno de estas instituciones, es prácticamente imposible distinguirse.
-¿Por qué?
-Porque se identifica la inteligencia y la verdad con el cosmopolitismo y el relativismo.
-¿Cuál es el caso que mejor ilustra esta forma de pensar y de actuar?
-El caso de la objeción de conciencia y el aborto en el Consejo de Europa. En octubre conseguimos que la asamblea parlamentaria derogase la resolución que la prohibía. Apelamos, entre otras cosas, al sentido común. Al día siguiente, en las oficinas del Consejo imperaba el desconcierto porque lo ocurrido era contrario a su lógica.
-¿En que consiste su lógica?
-En lo siguiente: la objeción de conciencia no está bien, hay que promover el aborto y los derechos de la mujer. De ahí que la votación fuera un grano de arena en el engranaje.
-¿Quedan muchos esfuerzos por hacer?
-Enormes. En materia de coordinación, de formación y de encontrar los buenos argumentos. Asimismo, hay que apoyar a los políticos que se comprometen en la defensa de los valores. Sin olvidar el esfuerzo pendiente a nivel de las instituciones: piensan que están por encima de los Estados y tienden a ir más allá del mandato que estos les han otorgado.
-¿Por ejemplo?
-En el caso de ciertas agencias de la ONU y del Consejo de Europa, ya disponen de su propia agenda política.
-¿A qué se debe?
-En primer lugar, se aprovechan de las rivalidades entre Estados que afloran en la ONU. En segundo, está el lastre de las sumisiones y de los complejos. Es el caso de ciertos países pobres europeos que aún tienen valores morales en ciertos asuntos. Los ocultan para complacer al discurso dominante. Es indignante.
-¿Qué peligro cree que tiene la nueva Agencia Europea de Derechos Fundamentales?
-Un peligro evidente. Es una institución típica del pensamiento único. La crea el Tratado de Lisboa, pero hunde sus raíces en un grupo de expertos sobre los derechos reproductivos. Fue ese grupo el que empezó a presionar a Eslovaquia para que modificase su Concordato con la Santa Sede –que contemplaba la objeción de conciencia para los médicos provida– si quería ser candidata a ingresar en la Unión Europea.
-¿Cuáles son los Gobiernos más activos en la promoción del relativismo?
-Bélgica –país de fuerte tradición masónica, por ejemplo a través de la Universidad de Lovaina–, Holanda, Francia, los países nórdicos. Su objetivo común es una modernidad que desemboque en una civilización occidental antirreligiosa y relativista.
-¿Y el más peligroso?
-El más peligroso es España, que tiene una visión mucho más amplia de la lucha, pues quiere derrocar a la civilización dominante en el mundo. Se trata de un enfoque marxista que pretende construir una nueva civilización con los países del sur, especialmente con los musulmanes.
-La Alianza de Civilizaciones.
-Eso es, uniéndose a países turbios como Turquía y con los países iberoamericanos más izquierdistas. Da la impresión de que España considera a los países musulmanes como el nuevo proletariado de Marx, como el instrumento de una revolución cuya finalidad es vencer a Occidente. Se ve en la alianza contra Israel.
-¿Cómo cree que se posicionan los Estados Unidos de Obama en este escenario?
-Obama promueve de forma nítida el aborto y los derechos homosexuales. Lo que ocurre es que en Estados Unidos la oposición a estos proyectos está mucho mejor organizada gracias a poderosas redes y a la concienciación social.
-Fuera de sus fronteras, EE UU no se queda de brazos cruzados.
-Apoya sin fisuras el aborto. Por ejemplo, en Kenia, donde oficialmente, con la Unión Europea, se ha gastado oficialmente grandes cantidades de dinero en el actual proceso democrático que debe culminar en una nueva constitución. La realidad es que la mayor parte de ese dinero ha servido para que los grupos abortistas defiendan sus posiciones en el proceso. Es el caso típico de la capacidad de presión de Washington.

Grégpr Puppinck, director del Centro Europeo para el Derecho y la Justicia

No hay comentarios:

Publicar un comentario