El Ayuntamiento y los padres de los alumnos de los colegios Pla Barraques, Fabraquer y Altamira recurrirán la decisión de Conselleria.
02.08.11 - MARINA GONZÁLEZ | EL CAMPELLO
Alrededor de 200 niños de los colegios públicos Fabraquer, Altamira y Pla Barraques de El Campello se quedarán sin medio de transporte para acudir a sus centros docentes. El motivo por el que la Conselleria de Educación suprimirá el servicio es debido a una nueva normativa que estipula que para tener derecho al transporte subvencionado la distancia que recorren los escolares desde sus casas hasta los colegios debe superar los 3 kilómetros por el itinerario más corto y deben existir zonas calificadas como peligrosas, al carecer de urbanización.
Así, los escolares afectados por la medida son los que viven en l'Almadrava y Albayna y van al colegio Rafael Altamira; los de Camí Fondo y acuden al Fabraquer, y los residentes en El Vicle que estudian en el colegio Pla Barraques. En total unos 200 niños que verán suprimido el servicio a partir de septiembre ya que sus casas no están a más de 3 kilómetros de los centros educativos y han desaparecido las zonas calificadas de peligrosas, puntos concretos donde no hay aceras, pasos de peatones o cualquier otro elemento que de seguridad a la vía.
Pero los padres aseguran que estos peligros siguen estando presentes. Así, todavía quedan tramos semiurbanizados, sin aceras o en los que hay que cruzar un apeadero del Tram. En cada colegio la situación es distinta aunque el objetivo de todos es el mismo: recuperar el servicio de transporte gratuito. Por ello, los padres de los centros educativos de El Campello se han unido para presentar un recurso a la decisión de Conselleria. Además, el Ayuntamiento también remitió un escrito a Educación para aclarar la normativa. Si desde la Generalitat no contestan en 30 días se repondrá el servicio por silencio administrativo.
Tal vez, el caso del autobús que hacía la ruta Camí Fondo hasta el colegio Fabraquer sea el más contradictorio. En noviembre de 2010 los residentes de la zona obtienen una autorización especial de Conselleria para hacer uso de dos autobuses. Un mes más tarde, el Ayuntamiento de El Campello elimina la peligrosidad para los vecinos de Camí Fondo pero la mantiene para un camino contiguo, el de Real de Villajoyosa. Así, el junio, Educación introduce un nuevo criterio a la legislación que regula la subvenciones para autobuses escolares y dice que la medición de los 3 kilómetros se realizará por el camino más corto a pie.
Según explica una de las madres afectadas, Yolanda Sánchez, el camino más corto a pie de los vecinos de Camí Fondo hasta el colegio Fabraquer pasa por tramos certificados como peligrosos, como el Camino Real de Villajoyosa, además de atravesar el apeadero del Tram de Salesians. «No hay aceras y los viales son extremadamente estrechos», apunta Yolanda.
También el caso de los residentes de L'Almadrava y Albanya que acuden al colegio Rafael Altamira es incomprensible. En estas dos paradas el autobús recoge a 55 niños, 42 de ellos en Albanya.
El vicepresidente de la Zona Norte y padre de dos niños, Luis Alenda, explica que la Conselleria se centra en que las viviendas no están a más de 3 kilómetros de centro docente y no les dicen nada sobre la peligrosidad del entorno. En determinadas zonas tampoco existen aceras, son tramos sin apenas arcén en los que los coches pasan muy cerca, no hay pasos de peatones y hay curvas con poca visibilidad.
Fuente: Las Provincias.
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